RSS

miércoles, 30 de junio de 2010

La ecuación humana. Ayreon. (I-II)

Día 1. Vigilia.

oOo

Las alarmas sonaban en la sala del hospital. Todo estaba abarrotado fuera, pero dentro se respiraba un ambiente bastante ambiguo.

- ¿Ha abierto los ojos? -preguntó su mejor amigo. - está intentando tocar mi mano o mi mente me la esta jugando... ¿Crees que nos oye llorar? ¿Entenderá que estamos aquí a su lado?

- ¿Porqué estas tan preocupado? -replicó la esposa. -¿de veras te importa o te sientes responsable? Ahora ha cambiado la marea, ¿no intentarás limpiar el aire? deja que tu consciencia sea tu guía.


Día 2. Aislamiento.




oOo

El personaje en cuestión, o al menos su consciencia, se encontraba confundido, y la oscuridad se cernía sobre él.

- No me puedo mover... no siento mi cuerpo. No recuerdo nada, ¿qué sitio es este? ¿cómo llegué aquí? no puedo entender qué pasa... ¿estoy solo?

- Has sido desertado, todo el mundo te ha dejado. -reprimía el miedo- Sabes que siempre ha sido así. Esos frenéticos años, la gente que has abandonado. Ahora te toca pagar. Estás sólo. Nadie baila a tu son ya.


- ¿Ésto es un sueño o es real? -preguntó.

- A veces los sueños se convierten en realidad. -respondió la razón.

- Pero no se que sentir.

- Entonces te guiaré a través de esta niebla.

- ¿Pero quién eres? ¿Por qué estás aquí?

- Soy tú y tú eres cada uno de nosotros.

- No puedo pensar, mi mente no está clara

- Entonces te libraré de esta confusión.


La pasión hizo seña de identidad:

- ¿No lo sientes arder en lo mas profundo de ti? ¿Nunca aprenderás? No intentes esconderte. ¿No puedes sentir ese fuego abrasando tu alma? El deseo de un hombre herido y fuera de control.


Su orgullo se rebeló presto.

- No puedo creer que estés tirando la toalla, ese no es tu estilo, no puedo creer que dejaras pasar la oportunidad de hacerles pagar. Siempre has tenido seguridad completa en ti mismo, nunca lo pensaste dos veces, invocabas "disparos", un corazón tan helado como el hielo.


- Sóis ilusiones de mi cerebro. -inquirió el individuo.

- Y como tales, somos parte de ti. -contestó de nuevo la razón, parte de sí.

- ¿Soy parte de algún diseño?

- El único diseño está en tu cabeza.

- ¿Cómo puedes parecer tan real?

- Somos tan reales como tu nos imagines.

- Puedo tocarte, puedo sentirte...

- Entonces toma mi mano y sígueme.


El amor también quiso hacer gesto de su presencia con agradables palabras:

- Cierra los ojos, escucha el latido de tu corazón. Rendirse es bajar el pulso. Calla tus gritos apacible y despreocupado. Bueno o malo, verdad o mentira... no estás solo, me encontrarás cuando ellos se te opongan, soy el más fuerte de todos ellos. No tienes por qué temer esos sentimientos que encierras. Estoy aquí para cogerte siempre que caigas. No estás solo, yo sigo aquí, bailando a tu són. [NT: estas dos ultimas frases parecen una mariconada que te cagas.]

No hay comentarios:

Publicar un comentario